lunes, 29 de abril de 2013

Impactante cifra: en América Latina hay 7 millones de niños desnutridos



La región produce alimentos, pero carece de un modelo eficiente para una distribución adecuada. Brasil y México son los que mejor trabajan en el tema. En contrapartida, ni Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia tienen una política seria en ese aspecto

Crédito foto: AFP


El Programa Mundial de Alimentos (PMA) hizo un llamado a la región para avanzar hacia un acceso equitativo a la comida, ya que cerca del 25% de la población “es vulnerable ante el hambre”.

Los números asustan y son impactantes por donde se los mire: en América Latina hay más de 7 millones de niños en edad preescolar "crónicamente desnutridos", un problema que se concentra en las comunidades indígenas y afrodescendientes, señala el PMA.

En todo el mundo, unas 875 millones de personas padecen desnutrición crónica, una cifra que a primera vista indica que "puede que no se esté ganando la guerra contra el hambre", dijo en una entrevista en la capital panameña la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin.

Frente a ese panorama desolador, sin embargo Cousin señaló iniciativas positivas, como por ejemplo, el programa "Hambre cero" en Brasil y la "Cruzada Nacional contra el Hambre", lanzada hace poco en México, que permiten pensar que la región tiene la oportunidad de convertirse en una zona libre de malnutrición.



Sin dudas, esos dos países son los que mejor trabajan en el tema. En contrapartida, ni Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia -que se llenan la boca hablando de pobres- han encarado una política seria en ese aspecto.

Lo que se percibe ahora, a juicio de la directora del PMA, es que la batalla contra la desnutrición en la región no pasa por "llenar los estómagos", sino por crear resistencia y aglutinar a las comunidades vulnerables para que "también ellos puedan luchar contra el hambre".

Entre un 20% y un 25% de la población latinoamericana y caribeña es vulnerable ante el hambre, dijo la directiva de la agencia de las Naciones Unidas.

Cousin explicó que en Latinoamérica el problema principal es de "acceso a los alimentos", no que la producción sea insuficiente y no los haya. Está claro que alimentos no faltan, sino que lo que ocurre es que ciertos Gobiernos no hacen lo que dicen que hacen. La corrupción y la ineficiencia de estos estados golpean a los más necesitados.

"Las poblaciones más vulnerables no tienen todo el dinero para comprar los alimentos en el mercado. Sería más un problema económico que de desastres naturales", subrayó Cousin.


















El PMA tiene entre sus plantes asistir directamente a más de 8 millones de personas en la región que están afectadas por el subdesarrollo, las desigualdades y los desastres naturales.

En Centroamérica, por ejemplo, el PMA y otros socios impulsan el programa "Compras para el Progreso", que beneficia a más de 33.000 pequeños productores, el 30 % mujeres, vinculándolos a los mercados locales.

En Guatemala y Nicaragua, los casos más preocupantes de malnutrición en Centroamérica, los Gobiernos trabajan con el PMA en el impulso de iniciativas para combatir el hambre y la pobreza, como las de "alimento por trabajo" o "alimentos en las escuelas", dijo Cousin.

En Guatemala, el 48% de los niños menores de 5 años sufre de desnutrición crónica, mientras que en Nicaragua la padece el 19% de la población, según datos de organismos de las Naciones Unidas.

Cousin aseveró que para el Programa Mundial de Alimentos lo "fundamental" es seguir ayudando a los Gobiernos en el desarrollo y el mejoramiento de planes y programas sostenibles para acabar con el hambre. 



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