jueves, 30 de mayo de 2013

Un colegio en crecimiento "'Dr. Diego de Salinas''


30/05/2013 BLANCO & NEGRO

María del Carmen Reverendo (*)



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El tiempo es el mejor hacedor de los mejores sueños. El colegio secundario "'Dr. Diego de Salinas'' inauguró su salón de usos múltiples recién después de 32 años de creado. Nació el 29 de diciembre de 1980 y gracias a la tenacidad de los supervisores de DINEMS en San Juan, profesores Ana Pérez Ciani y Félix Barud, vio su luz primera el 2 de mayo de 1981, con sus primera clases. Era sábado, dos días después, el lunes 4 de mayo, se inauguró oficialmente en el local de la Escuela Provincia de Catamarca, en turno vespertino, con el nombre de Colegio Nacional de Rivadavia y dos divisiones. Quien esto escribe era directora de la Escuela Normal San Martín. Cuando me informé que se creaba un Colegio cerca de mi casa me presenté al concurso y tuve la suerte de salir designada. El 10 de abril de 1981 comencé mi trabajo de rectora fundadora. Habían pocos colegios secundarios y todos contribuyeron a darnos mobiliario, bibliografía, útiles para la dirección y así comenzamos.

En 1986 la supervisora Prof. Ana Pérez Ciani me comunicó que había que colocarle un nombre al Colegio. Quería algo original. Con la Cooperadora y el grupo de profesores fuimos barajando nombres. En "'la Historia de San Juan'', de Carmen Peñaloza de Varese y Héctor Arias había una página escrita por monseñor Audino Rodríguez y Olmos en dónde preguntaba "'¿Y por qué Fray Diego de Salinas está olvidado?'' Fue un fraile agustino que había nacido el 4 de mayo el día en que dábamos partida de inicio a nuestro Colegio. El Dr. Horacio Videla me dijo en una carta que le parecía muy bien ese nombre porque era el primer escritor sanjuanino del siglo XVIII. Y a través de su biografía era un personaje internacional que estuvo muchos años en la Biblioteca del Vaticano en Roma.

Diego de Salinas era doctor en teología, y así nació este nombre que fue muy importante en su época y que pertenece a un siglo sanjuanino en donde parecía que no había escritores. De virtudes extraordinarias fue quien mandó desde Italia el techo artesonado de la iglesia de San Agustín que funcionaba en calle Entre Ríos y que cayó para el terremoto del 44. Nunca más se reconstruyó; los agustinos no permanecieron en San Juan y solamente los recordamos quienes hemos conocido ese templo dedicado a la Virgen del Carmen en donde funcionaba la cofradía.

Quiero agregar que a diez años de fundado ya pasó a ser colegio de primera categoría con un solo turno, y ahora tiene tres turnos.

Quienes me han sucedido han completado ciclos y realizado la obra con muchos amor, como lo fue desde el comienzo. En estos momentos dirige el Colegio la Mg. Prof. Nora Navas. Mis felicitaciones para todo el personal, alumnos que tienen una escuela magnífica hasta con orquesta propia. El Barrio San Juan, Rivadavia debe estar gozoso por tener un establecimiento educativo tan importante.

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(*) Profesora.

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