miércoles, 26 de febrero de 2014

La guerra, el barco y la vida en esta tierra: una historia de inmigrates españoles

La guerra, el barco y la vida en esta tierra: una historia de inmigrates españoles

POR BÁRBARA ALVAREZ PLÁ


“Partir / es siempre partirse en dos”, dice un verso de la uruguaya Cristina Peri Rossi, y un poco de eso habla La abuela civil española (Seix Barral), la primera novela en solitario de Andrea Stefanoni, coautora junto a Luís Mey de Tiene que ver con la furia (Planeta). Andrea es, además de escrirora, propietaria del sello editorial Factotum, y gerente de la librería Ateneo Grand Splendid. En La abuela..., Stefanoni nos habla de la historia de sus abuelos, Consuelo y Rogelio, una pareja de españoles que, en los 50, tomó la decisión de salir de la castigada España de posguerra, dominada por el dictador Francisco Franco, y partir rumbo a Buenos Aires. Es la historia de tantos inmigrantes que llegaron a la Argentina en una época difícil para la península, sobre todo para aquellos que, como el abuelo de Andrea, habían luchado en contra de los franquistas. Con una prosa sencilla y ágil y una estructura en tres partes que da cuenta de los tres momentos que marcan la existencia del que decide partir en busca de nuevas tierras –la primera parte transcurre en la castigada España de posguerra y las otras dos, las que hablan del viaje, la incertidumbre y la dura pero inevitable adapatación– se sitúan en la Argentina, Stefanoni recupera la historia de su familia, y pone tinta sobre la memoria de su abuela, que hoy, a sus 89 años, dice sentirse más argentina que española. “Pero no es verdad”, asegura Stefanoni, que en la novela decidió llamarse Sofía. Ella, la nieta, es quien cuenta la historia. “Todos los personajes y sus nombres son reales, el único nombre que cambié fue el mío”, dice la escritora, y bromea: “eso tendré que hablarlo en terapia”.
–¿Por qué elegiste para tu primera novela una historia familiar?

–Las historias familiares me gustan particularmente, tanto para la literatura como para el cine, son un mundo. Mi familia, como casi todas, tenía una historia que contar. En casa siempre se hablaba de la posguerra, de los comienzos acá... Uno va creciendo y comienza a entender las cosas : ese fue, en realidad, el trabajo, entender por qué mi abuela es como es; fuerte, terca... lo que muestra la novela es que ella, en cualquier caso, es siempre la misma, incluso hoy. Eso me llama la atención y fue un poco lo que me hizo escribir la novela, el hecho de que no se replantee nunca nada y siempre siga hacia adelante.
–¿Hiciste alguna investigación?

–No, y es algo que hice deliberadamente. Decidí que no iba a investigar porque iba a respetar la memoria de mi abuela y la mía. Tuve muy claro desde el principio que iba a contar lo que ella recordara, aunque fuera un delirio, porque esa es su historia.
–Cuentas que a tus abuelos nunca se les fue la “sensación de que iba a pasar algo”... – Sí, siempre estuvo esa sensación de que en algún momento pasaría algo malo, de sentirse perseguidos... incluso ahora la tiene, hace cosas como almacenar comida en la alacena. Ella es así. Lo pasó muy mal tanto en la España de la posguerra, vivía en un pueblo de León como cuando llegaron a la Argentina y se fueron a vivir al Tigre. Ahora dice que acumula comida porque está cara: siempre va a tener una excusa.
–¿Leyó la novela tu abuela?

–Yo le fui leyendo todos los capítulos, porque quería comprobar que los espacios en blanco que yo había rellenado eran coherentes. Y sí, le gustó. No lo dice, porque ella no expresa mucho.
Los de su generación se educaron callados.
–¿Alguna vez volvió a España?

–Sí, volvimos. Cuando estuvimos en su pueblo, Boeza, comencé a comprender muchas cosas de ella, de su vida, de su educación, de la falta de infancia. Creo que cuando a alguien le falta la infancia la tiene durante el resto de su vida, a ratos. En la novela se habla de mariposas. Se cuenta que migran, pero su vida es tan corta que hacen falta varias generaciones para poder llegar al destino final. Lo mismo sucede con los seres humanos que emprenden tamaño viaje: harán falta varias generaciones para llegar; para sentir que uno no es un extraño.
http://www.clarin.com/sociedad/guerra-tierra-historia-inmigrates-espanoles_0_1091890872.html

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