viernes, 12 de septiembre de 2014

Los museos de Sarmiento

12/09/2014 REALIDAD

Los museos de Sarmiento

Silvia Manzini de Adarvez (*)

        
En las faldas del monte Helicón, en un mundo de ensueño, vivían las musas inmortales, hijas de Zeus y la memoria.

Apolo, Dios de la luz de la verdad, las acompañaba, deleitándolas con una suave melodía de cítara, mientras las mismas, danzaban entre campos de laureles y prístinas aguas azules. Las musas protectoras de las bellas artes habían descendido del cielo para cumplir una misión importante en la tierra, insuflar en el espíritu del hombre grandes ideas, acciones nobles, pensamientos sublimes. Una de ellas, Clío, quien representaba a la historia, portaba el libro donde el hombre aprendió a descifrar el misterio de las cosas pasadas. Sin duda alguna Sarmiento sintió el llamado de estas musas a través de su ávida lectura de los clásicos griegos, a la luz de una vela, en el Barrio del Carrascal.

Con el paso del tiempo, nuestro prócer, inmerso en ese reino prolífero de su propia imaginación, quiso conocer aquellas culturas lejanas. Y esa insaciable necesidad de registrar cada detalle que la vida le deparaba, lo llevó a embarcarse en 1845 en un viaje iniciático, partiendo desde Chile, surcando el Cabo de Hornos, hasta llegar a Montevideo. Posteriormente, visitaría Río de Janeiro, siendo recibido por Pedro II, floreciendo entre ellos una gran amistad. Su trayecto prosiguió a Europa, arribando al puerto francés de Le Havre, en mayo de 1846. En esta etapa de su viaje, recorrió detenidamente los distintos museos europeos, sin dejar de pensar en su país, particularmente en su ciudad natal, soñando con erigir estos importantísimos ámbitos de aprendizaje en su patria. Para ello escribe a su hermana Procesa, a fin de que recopilara obras de pintores famosos que se encontraban en manos de numerosas familias sanjuaninas, con el objeto de formar con ellas un museo. Y es así que en su libro "Recuerdos de Provincia'', Sarmiento refiere: "el mejor estudio que de las bellas artes hice, durante mi viaje a Europa, fue aquel curso práctico de un año consecutivo, pasando en reseña cien museos sucesivamente, me surgió la idea de escribir a Procesa, el artista capaz de traducir mi pensamiento, para que tomando las precauciones imaginables, a fin de que no se trasluciese el objeto, recolectase poco a poco los cuadros dispersos y formase la base del museo de pintura. ¡Vano empeño! No bien manifestó interesarse en algún cuadro, cuando los que lo tenían abandonados, en algún aposento oscuro, los hallaron interesantes, ni más ni menos como el labriego que no ha podido deshacerse de sus trigos, si le hacen propuestas de compra, les sube el precio, sospechando que el trigo vale, puesto que lo buscan. Trigo y cuadros quedan en el granero.

Pasaron muchos años y a Sarmiento se le cumplió el sueño de conformar un museo de Bellas Artes en su San Juan. En 1934, el gobierno de la Provincia de San Juan, creó la Comisión Provincial de Bellas Artes y el 26 de noviembre de 1936 inauguró el "Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson'', siendo inaugurado un edificio propio en 2011, por el gobernador José Luis Gioja.

El 25 y 26 de abril del corriente año, se realizó en San Juan el XLV Encuentro Nacional de Directores de Museos de la República Argentina, eligiéndose como sede del Encuentro el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson, en homenaje a Sarmiento, el museo que tanto anheló para su querida provincia. El eje central del mismo fue "la Gestión del Director en tiempos actuales''. Dicho encuentro fue organizado por Asociación de Museos Privados de San Juan, auspiciado por el Ministerio de Cultura y Turismo, por la Cámara de Diputados y la Municipalidad de San Juan. Fue declarado de interés cultural por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, concurriendo directores de museos de todo el país, como la presidenta de ICOM en Argentina, museóloga Nelly de Carolis, la directora del Museo Histórico Nacional, Lic. Araceli Bellota, representantes de FADAM, el presidente de la Federación de Asociaciones de Museos de la República Argentina, Dr. Esteban de Lorenzi, y el Lic. Eduardo Ribotta, director del Museo Miguel Lillo de Tucumán. Tanta labor desarrollada por Sarmiento en pro de los museos, rindió sus frutos. Hoy en cada rincón de la Argentina y de nuestro San Juan, se encuentra un museo esperando al visitante para nutrirlo.

Y el sueño de Sarmiento se hizo realidad, la historia en un dialogo sin fin entre el presente y el pasado, le rinde culto a Sarmiento, un ejemplo a seguir. Un nombre... simplemente Sarmiento.



(*) Abogada. Presidenta de la Asociación de Museos Privados de San Juan.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=638802

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